martes, 19 de enero de 2010

Taller del cuerpo

El taller del cuerpo duró tres días. Fue un taller que Pilar nos propuso para investigar el cuerpo, trabajar con él y reformarlo.

Pero qué mejor forma de trabajar y conocer el cuerpo que con la introducción que MªJosé nos hizo sobre los “chakras”.














Nos explicó un poco lo que eran, los siete que había y además nos hizo una demostración. El tema de los chakras siempre me ha llamado la atención porque son cosas muy espirituales a la vez que interesantes. Sabiendo de ellos podremos controlar nuestro cuerpo porque sabemos dónde se produce cada movimiento, cada dolor, cada tensión y gracias a ello podremos relajarnos más fácilmente empleando el yoga, pilates…

La palabra chakrá significa “círculo o rueda”. La función de estos chakras es recibir, acumular y distribuir el prana, que es aire del interior del cuerpo que en Occidente no es aire sino la energía invisible. Los chakras se encuentran alineados en nuestro cuerpo desde la base de la columna vertebral. En el chakra del ano hallaríamos la serpiente invisible, la cual con yoga tántrica subiría por los chakras hasta llegar al chakrá superior donde se encuentra Brahman(dios abstracto).
Estos chakras se encuentran en el cuerpo humano, son siete representados todos como flores pero cada uno representado con un color diferente:

1: Sajasrara chakrá: controla a todos los demás. 2: Agñá chakrá: es la percepción, el tiempo y la luz.

3: Vishuddha chakrá: es la comunicación y el crecimiento(o expresión) 4: Anajata chakrá: es la emoción, la compasión, el amor, el equilibrio y el bienestar 5: Manipura chakrá: es la digestión. 6: Suadhisthana chakrá: es la sexualidad y la creatividad. 7: Muladhara chakrá: es el instinto, supervivencia, seguridad
Tras esta introducción sobre la energía que tenemos dentro de nosotros empezamos con nuestro pequeño muñeco.

1.El primer día del taller debíamos llevar un muñeco parecido a nosotros mismos hecho por nosotros y ropa hecha con diferentes materiales, como periódicos, cartulinas, papel de regalo o revistas, que también debíamos fabricar nosotros empleando también cinta de pintor.

Yo entendí esta explicación mal y creía que había que hacer un muñeco con esos diferentes materiales. Y eso fue lo que hice.


Pero en clase vi que no era eso lo que había que hacer, que había entendido una cosa muy distinta y en mi casa hice de nuevo la muñeca y toda su ropita. El cuerpo de la muñeca lo hice con cartulina y el pelo con papel pinocho. Para la ropa usé también diferentes texturas y colores, como papel charol, cartulina y papel de seda. Le hice a la muñeca todo tipo de ropa: una camiseta, un pantalón y unas playeras, una falda, unos leggins y una camiseta más informales, un vestido a juego con unas botas más formales, un vestido rosa elegante y un pijama de vaca para dormir.


































La verdad es que hacer la muñeca me encantó, fue como jugar a los recortables de nuevo,pero un poco más complicado porque tenías que tomar las medidas para hacer tú misma la ropa. Con esto te das cuenta de que te haces a ti misma, haces la ropa que te gusta llevar o la que te gustaría llevar alguna vez. Me lo pasé muy bien y cuando terminé y vi que todo había quedado bien me gustó más todavía.



































2.El segundo día debíamos tener ya la muñeca del primer día hecha y pasar al siguiente paso. Ese día debíamos llevar papel continuo porque lo íbamos a extender en el suelo para ponernos nosotros tumbados sobre el papel y que un compañero dibujase nuestra silueta. Una vez dibujada la silueta nosotros, o sea la persona que había sido pintada debía señalar las partes que le gustaban de su cuerpo, las que no le gustaban y aquellas que les molestaba o que habían sufrido algo en ella, por ejemplo un esguince.


Mi compañera fue Elena, ella me dibujó la figura con un rotulador y yo marqué las siguientes partes:
Así, señalé las partes del cuerpo que no me gustan en verde, en rojo donde tengo cosquillas, en azul las partes que me duelen o molestan y en rosa las partes que me gustan de mí.


En verde marqué zonas como los brazos que no me gustan y, aunque no se vean, los pies también. No me gustan bien por su forma o porque son feos.

En rojo los brazos y la tripa porque siempre tengo muchas cosquillas ahí, aunque también me gusta que me toquen ahí porque es divertido.

En azul oscuro las partes que me duelen, marqué el cuello y la espalda porque llevaban unos días doliéndome, la tripa porque siempre siempre me duele porque la comida me sienta mal y aunque tampoco se vea, los pies porque también me duelen con frecuencia.

Y finalmente en rosa marqué las partes que me gustan que son los ojos y la boca.


Al acabar, ya en casa, pensé que hay más partes de mi cuerpo que me molestan y no me gustan que sí me gustan. esto significa que no me acepto del todo, aunque tampoco hago mucho por cambiarlo.


Al terminar conmigo empecé yo a pintar a Elena tal y como ella me había dibujado a mí también. Y también señaló sus partes del cuerpo.


Nos reímos mucho dibujándonos porque es una cosa que no se hace normalmente y por ejemplo yo tengo cosquillas en muchas partes del cuerpo y cada vez que se acercaba para pintarme yo me reía porque me hacía cosquillas.

Con esta actividad reflexionamos sobre nuestro cuerpo, pensamos en las partes que nos gustan y en las que no, aquellas que nos molestan y las que no. Con esto deberíamos aprender a que todo nuestro cuerpo nos guste y no rechazarlo casi todo como la mayoría de las personas hacemos. De hecho en mi caso, de mi cuerpo me gustan pocas partes, son más las que no me gustan. Esto hace que le des mucha más importancia a aquellas que no nos gustan y pensamos que todo el mundo se fija en ellas en cuento nos ven y en cambio no pensamos tanto en aquellas de las que podemos sacar partido porque son nuestros puntos fuertes y simplemente aceptarlas.

También es cierto que hoy en día ya hay consejos de maquillaje para disimular aquellas partes que menos nos gustan y resaltar las que más nos gustan. O también a la hora de vestir podemos elegir ropa que favorezca más a nuestro cuerpo por la forma que tiene.
Estos son trucos que se han inventado para disimular nuestras imperfecciones o defectos, aquellas que odiamos de nosotros y que en muchos casos llevan a personas a despreocuparse de su cuerpo completamente en vez de intentar mejorar o disimularlas. Por ejemplo si no nos gusta el perfil de nuestra nariz no podemos hacer nada por mejorarlo, pero si no nos gusta la barriguita que tenemos podemos controlar nuestra dieta y empezar a hacer un poco más de ejercicio.
También frente a estas soluciones lentas y trabajosas se han inventado otras mucho más rápidas, eficaces, despreocupadas y caras, económicamente hablando. Son los quirófanos y las operaciones. Por ejemplo si su nariz, los mofletes o las cejas no les gustan, en vez de aceptarse recurren a la cirugía. En este punto puedes pensar es una tontería operarse por eso o también puedes pensar si con tan sólo una operación aprendes a aceptar el resto de tus partes como son, quizás no es tan mala idea que se opere. Pero hay muchas personas que empiezan operándose una cosa porque no les gustaba y terminan operándose cada cosa porque ven que pueden cambiar todo en un momento. Y se puede crear incluso un problema. Es el caso de Michael Jackson. De pequeño era un niño negro muy guapo y gracioso y a medida que fue creciendo empezó a operarse, cambiando incluso el color de su piel. Se operó varias veces la nariz y hasta dijeron que se le estaba cayendo de todas las operaciones que llevaba. En mi opinión eso no es normal, no es normal operarse para cambiarse el color de piel. Pero es un claro ejemplo de una persona que no se aceptaba así mismo.



También se realizan operaciones que sí que son innecesarias como las liposucciones. Quizás sí sean necesarias en casos extremos pero a mí me parecen, en al mayoría de los casos, una forma fácil de conseguir lo que quieres en vez de esforzarte por comer menos y mejor y hacer ejercicio. Pero claro este último método requiere fuerza de voluntad, pero es bonito esforzarse por una cosa que quieres porque cuando la consigues te sientes orgullosa de haberlo conseguido. Pero quizá lo más difícil sea mantener lo que se ha conseguido.

Todo esto son diferentes formas de aceptar nuestro cuerpo. Porque aceptarnos es importante para valorarnos, para sentirnos bien, ser fuertes, ser capaces de conseguir cosas y de que los demás nos quieran como somos y nos valoren también. Si tenemos problemas no tenemos tantas ganas de hacer cosas, ni nos valoramos ni hacemos que nos valoren porque creeremos que todos son mejores que nosotros.

3. El tercer día nos ocuparíamos de customizar una Barbie, es decir, cambiar cosas de ellas que no nos gusten o que nos cansen. En realidad no se lo cambiamos a la muñeca sino que nos lo cambiaríamos a nosotros mismos.
Esta es la barbie al principio del proceso:


Barbie siempre ha tenido la imagen de muñeca buena con el pelo largo, rubio y liso, ojos claritos, labios finos y siempre con una sonrisa, delgada, muy delgada, bien vestida para cada ocasión.
Pero en algún momento de su vida tenía que haber algo de ella que no le gustase, como a todo el mundo le ocurre. Si nunca lo ha sentido yo voy a mostrar lo que siento sobre ella.

Primero le he cortado el pelo y se lo he dejado de punta excepto un mechón donde tiene una rasta. El pelo lo tiene ahora de varios colores, es morena con mechas azules, las puntas son naranjas y la rasta es morada.
Con esto yo quiero decir que quiero tener más valor para tomar decisiones, ser más lanzada, decidida y atrevida por ejemplo a la hora de cortarme el pelo, me gustaría un cambio pero siempre me da miedo.















Después le he cortado los pies porque no me gustan y siempre tengo problemas con ellos. Y he pintado las manos porque tampoco me gustan.
Le he puesto una falda larga para tapar las caderas que tampoco me gustan.
Y por último he tapado todo su cuerpo excepto los ojos y la boca porque es la parte de mí que sí me gusta.


Lo que no me gusta lo tapo:



















Lo que me gusta lo resalto:





Con este ejercicio hemos reforzado la idea de aceptar nuestro cuerpo porque hemos nombrado y señalado las partes que nos gustan y las que no. Pero las que no me gustaban las tapo o las corto como medida más drástica. Aunque es mejor taparlas, disimularlas como hemos dicho antes. Y las partes del cuerpo que me gustan las he resaltado tapando el resto del cuerpo, para que sólo se vea lo que yo quiero que se vea. Así aprendemos a querernos.
Yo también me he referido a la forma de ser en el primer cambio que he hecho, el corte de pelo. Asi que esto también me ha servido para contar y saber lo que me gustaría cambiar de mi forma de ser, que quizás se pueda cambiar, pero para eso tengo que querer cambiar.

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